El origen de la enfermedad

Aquí hablaremos de las 3 causas más comunes de tu enfermedad

Causa número 1 de las enfermedades,

Vida tóxica

En la Actualidad Estamos expuestos a más de 100.000 Productos Químicos, Tóxicos y Metales Pesados Que Nos bajan la Energía Y Nos enferman.

Cultivos saturados de abonos químicos, polución de los autos, las fábricas, la industria en general, la fumigación de los cultivos, el aire que respiramos, el agua con flúor (tóxica), amalgamas dentales con mercurio (el metal no radioactivo más tóxico que existe), los alimentos trans génicos,

Medicinas químicas, los productos cosméticos, los productos del aseo del hogar, estrés, ansiedad, depresión, problemas económicos, etc.

Los tóxicos se acumulan dentro de ti.

¿Quién paga las consecuencias?

Tu salud.

Cada año más de 13 millones de personas en todo el mundo son diagnosticadas con cáncer y otras enfermedades, muchas de estas mueren.

Esto es gran porcentaje de todas las muertes a nivel mundial.

El que nos situemos entre los primeros países con las tasas más altas de cáncer en hombres y mujeres.

No es un accidente.

Las fuentes de toxicidad están a nuestro alrededor.

Estos agentes causantes de enfermedades terminan en nuestro aire, nuestra agua, y nuestra comida.

Comer se ha vuelto peligroso

CAUSA NÚMERO 2 DE LAS ENFERMEDADES

Alimentación incorrecta

La dieta moderna y las enfermedades que resultan directamente de esta, matan cada año más del doble de inocentes consumidores, que todas las guerras y accidentes juntos.

Porque quienes regulan nuestra dieta, nos proporcionan alimentos misteriosos y químicamente arreglados que por ninguna razón deben estar en nuestra mesa.

y nos lavan el cerebro para que comamos alimentos de menos calidad a la que estaban acostumbrados nuestros abuelos, los que no sufrieron de machos modernos como los de hoy día.

Jugos de imitación, Alimentos procesados ​​con conservantes, sabores y colores, vacíos de nutrientes, pero llenos de calorías y químicos, Azúcar blanqueada con químicos, Pesticidas y herbicidas, Alcohol, Cigarrillo, Bebidas oscuras, Vacunas en los animales, Harinas refinadas, Embutidos, Carnes rojas etc.

Hoy existen verdaderas epidemias de enfermedades debido a que la publicidad ha contribuido de gran manera, para que vivamos engañados y nos guste la comida con la que nos alimentamos.

No estamos muriendo… Nos estamos matando a nosotros mismos.

«Tú eres lo que comes».

Tu cuerpo absorbe lo que viene y lo convierte en energía, piel, órganos y sangre.

El Doctor Weston A. Price descubrió ya en 1939 la causa sencilla de las enfermedades modernas (En los años 1920 y 30, el doctor Price, un dentista, decide viajar por todo el mundo para documentar la salud dental de los pueblos de aborígenes y correlacionar con los alimentos consumidos.

El doctor Price concluyó que la dieta moderna del hombre “civilizado” es tan marcadamente deficiente en las sustancias más básicas y esenciales de la fisiología humana, y tan cargada de las sustancias tóxicas presentes en los alimentos procesados, que al cuerpo se le hace imposible sostener un funcionamiento celular normal.

Todas las enfermedades crónicas y degenerativas modernas son producto de una falta de ingesta de nutrientes básicos y del consumo exagerado de sustancias ajenas a la naturaleza del cuerpo humano.

O sea, nos estamos enfermando porque estamos comiendo “Basura”.

Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina

sea tu alimento.

Hipócrates.

No permitas que la enfermedad afecte tu calidad de vida y sea la causa de tristeza para ti o tu familia.

CAUSA NÚMERO 3 DE LAS ENFERMEDADES

Emociones toxicas

¿Por qué las emociones

tóxicas enferman?

Nuestro cuerpo y nuestra mente están profundamente conectados. Cada pensamiento genera una emoción, y cada emoción tiene un impacto físico real.

Cuando vivimos atrapados en emociones tóxicas como el miedo, la rabia, la tristeza crónica o el estrés sostenido, nuestro cuerpo lo resiente, activando respuestas químicas que afectan el funcionamiento normal del sistema inmune, digestivo, cardiovascular y hormonal.


El estrés, por ejemplo, eleva constantemente los niveles de cortisol. Esto, en pequeñas dosis, es útil para enfrentar situaciones puntuales.

Pero cuando se mantiene durante días, semanas o incluso años, debilita el sistema inmunológico, aumenta la inflamación y nos hace más propensos a enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, obesidad e incluso cáncer.


Las emociones no expresadas o reprimidas también se somatizan. La rabia contenida puede manifestarse como gastritis, el miedo crónico como trastornos del sueño o ansiedad, y la tristeza profunda como fatiga, dolor corporal o depresión.

Además, vivir con una carga emocional negativa constante puede influir en nuestros hábitos: comemos mal, dormimos poco, nos movemos menos y adoptamos estilos de vida autodestructivos.


Las emociones tóxicas no son malas por sí mismas. El problema está en quedarse atrapado en ellas o ignorarlas. Son señales que nuestro cuerpo y mente envían para indicarnos que algo necesita atención, cambio o expresión.

El camino hacia la sanación emocional empieza con el reconocimiento, la expresión adecuada (hablar, escribir, llorar, hacer terapia) y la transformación de estas emociones.


Cuidar la salud emocional es cuidar la salud física.

Practicar el perdón, cultivar relaciones sanas, hacer ejercicio, meditar o simplemente permitirnos sentir y procesar lo que nos ocurre, no es debilidad, es prevención.

Porque al final, no solo somos lo que comemos… también somos lo que sentimos.

Y sentir bien, es vivir bien.